miércoles, 16 de octubre de 2013

El último vacío



El olvido
a veces infiltra sus raíces
entre las hojas caídas del otoño
retorna
como cual alma en pena
desorbitando
la luna de su amargura
revuelve
los estantes del corazón
se instala
para siempre
de nuevo
entre los estertores de la vida
las lágrimas
todavía jamás vertidas
que triste sino
el del amante
que se sabe incomprendido
pues ama
sin poder amar
ni confesar a su amada
que su vida
su alma
tan solo
es ella
que sin ella
la vida
muere por si sola
sin mas compañía 
que la de la hoja que le hace de abismo
durante esta, 
tan leve y preciosísima caída
sin rumbo
sin dolor
sin lágrimas..., casi,
pues ya afloran de nuevo
se vierten al vacío
el último vacío

sin determinación.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Momentos



Somos como hojas de ocres filos
naciendo de la somnolencia de un letargo
esperando realzar de nuevo su vuelo
caer al abismo del suelo
y tocar por fin el anhelado ensueño.

La vida tras la muerte inevitable
cauce de nuestros desvelos
socavada por trinos de los pájaros en silencio
desvelan la mirada de las nubes desde el alma
ajena a tanto desconcierto.

Llegó por fin el otoño
y tan sólo me siento, solo.

Aunque medien voces y manos
nombres y señuelo,
me siento solo.
¿alguien más se siente como el desierto?

Me encanta el desierto
cuando el silencio es reconfortante
y cuando abre, de par en par, los cielos.

Pero me aterra el silencio
cuando es la aldaba de un eterno desencuentro.
Amo a las almas que me son afines,
tan apenas unas cuantas,
es cierto...,
pero no las tengo a mi amor,
están tan lejos...,
que dolor..., cuanto sentimiento,
supongo que es así el destierro al viento.

Todos encontramos esos momentos
silencios amados
soledades espinosas
amistades perdidas
entierros de lágrimas
sentimientos descontentos
el gran amor de tu vida descubierto
y olvidado en un terco hielo.

Triste es la vida sin su tintero
dulce si te ha abierto las venas
y te las ha sembrado de amor
después de tanto ensueño.

¿Hay alguien ahí afuera,
o tan sólo es un dueto,
uno entre mis letras
y mi indeseado aislamiento?

¿Cuando volverás a mi lado, 
mi pequeña alma K,
aunque tan sólo sea en sueños?
Pues tu ángel alado
me acompaña sin pretextos.
ni lisonjas,
tan sólo me mira desde sus alas
recordándome por siempre
el dolor de haberme resignado
a perderte en el cielo abierto.

Siempre te esperaré
donde nos conocimos
para emprender el vuelo de nuevo
y por siempre juntos.