miércoles, 29 de octubre de 2014

Anhelos del alma



Ascender en el cuerpo al alma
por la perpendicularidad diédrica
de la grieta del destino que me arrastra

plena de susurrantes aleteos
-anhelos del alma-

mientras la luz del recuerdo se entorna
balbuciente y enamorada

las centelleantes luminarias
a cielo abatido

se yerguen
al renacer la alborada allegada
y me hacen presa
de delirantes huellas evocadas
-soñadas y amadas-

aunque inexpugnablemente imaginarias.

domingo, 18 de mayo de 2014

Poesía en el Camino






En la sombra de un silencio
te dejé un beso
en la sombra de un silencio
un rocío sobre tu pecho.

Bailan las hojas
sobre mis pensamientos..,
bailan sus hojas verdes...,
como un anhelo.

Todo lo que siento
está escrito en este viento,
en este Camino peregrino
que late bajo mis pies
y  mis manos.
que lo acogen todo
como si fuera
lo último
que vayan a ver...


Sobre ese beso...,
ese beso adentro, 
es todo
lo que aquí dejo.

jueves, 13 de marzo de 2014

...


Dejaré esta vela encendida junto a
a tu puerta...,


para cuando vuelvas ...,





tu  recuerdo 


perdurará mientras la vida siga















...y el corazón 
de la lágrima 
se heló,

se agrietó 
y esparció 
por toda el alba,


ya nunca más 
volvería 
a amarla 
como la amó


pues ella 
sucumbió 
al mundo del desamor
y las cizañas 
de la desesperanza 

marchitaron 
toda 
su
bellísima alma...,

pero su recuerdo 
perdurará 
mientras la vida siga
en el alma,

 pues en ella 
te habitaré
 aunque me muera 
por dentro
y por fuera 


y siempre 
te querré 
aunque tú
 ya nunca
 más me quieras.

Dejaré 
esta vela encendida
 junto a
mi puerta
tu puerta


para cuando 
vuelvas 
y despiertes 
de tu pesadilla,

para me encuentres 
como en aquella
 mañana
juntos
 con las flores blancas 
y con la ilusión
del enamor 
que nunca se marchará 
de esta
nuestra alma.

Hasta el alba,
 querida,
como cuando 
tu me amabas.

STQ

martes, 25 de febrero de 2014

El silencio de una lágrima




La melodía de tu corazón es un sosiego para mis entrañas
que envuelve tu olvido en una nube de reposadas almas
y lo sopla lejos de  nuestras moradas.

Dame de nuevo tu mano
peregrinemos juntos
besémonos de nuevo en todos nuestros pensamientos
con nuestras límpidas y enamoradas miradas.

Abracémonos a la vida que  aún nos da toda su reciedumbre.

 Me voy diluyendo en el silencio de nuestras lágrimas
absorbido y atenazado por las sombras de los silenciosos desiertos de tus ausencias.

Me bautizo en mi ayermada insignificancia  
cuyo vacío  me asfixia y desgarra.

No sé si eres o no eres tú, a la que tanto amé y a la que tanto amo,
solo sé, que en  ti, ya no me sientes, ni te contristas.

Añoro las tardes abrazadas de tus palabras
en las que paseaba junto a la amarada de tu piel  suspirada, sedosa y musitada
aun sin saber de tu eterna presencia por siempre amada
en las que tu mirada me deambulaba sin saber de tu preexistencia. 

He cosido en una perlada lágrima azulada
todo el amor que te profesaba
y al sueño de tu nombre, mi nombre anclaba, 
junto a tus delicadas alas blancas
doradas como la última áurea alborada.

Pongamos nombre a nuestra locura
como si fuera el sueño de las lágrimas
de un ángel de fuego y llamas.

Cuando te pienso
sé que te he perdido
eres mi única y verdadera alma
en el silencio de una lágrima.