lunes, 1 de junio de 2020

Sin chimenea





yo  no quiero acabar mis días en una casa sin chimenea, aunque tenga que irme solo y dejarlo todo y a todos sin más, porque al cabo de un tiempo de dejar pasar las cosas, te das cuenta de que la vida no es lo que los demás quieren que vivas, sino lo que de verdad tu quieres de la vida y la paz que te puede dar tener una pequeña pero personal libertad.
Hoy escribía unas frases como esta, "mientras el tiempo pasa, yo voy dejando de vivir, sin encontrar la arqueada y en verdad amada alma a la que anclarme en el sueño eterno, a la que dar todo el cariño que desde mi niñez me llega en estos últimos años de mi anclar los recuerdos sin poderlos desatar, sin hallar de nuevo ese amor fecundo al que el infinito bosque de mi corazón siempre ha estado llamando, y el que nunca ha se ha hecho eco de mis pensamientos todavía...
Sigo buscando ese amor infinito que me complete y complemente hasta la vida del más allá.
Tal vez un día debí morir en tu ausente abrazo, para  tener que vagar por siempre, silente y extraño, como sombra ermitaña.
Tal vez una noche te tuve y te dejé marchar, te amé en tu mano y en tu mirada una lágrima floreció por no poder brotar nuestras almas en un solo corazón, sintiéndote tan lejana y tan cercana al albor de aquella última oración.
La vida tan sólo espera que mi chimenea cobre de nuevo su calor de musa y sus sombras ambarinas se reflejen de nuevo en los ojos de nuestro corazón.
En algún lugar donde mora la llama de los recuerdos,  sigue anclada la barca que un día te dio su brisa y su luna, y nos ató de por vida a nuestro amor."
Para ti que algún me hallarás.