sábado, 3 de septiembre de 2016

Tras la puerta de las piedras





Tras la puerta de las piedras
la inercia de los huesos que caminan
las enredaderas de las manos
tejiendo palabras sueltas
mientras el señor del tiempo
no se detiene sino que se apea
y mira de lado a lado
hasta ver pasar el limbo de una nada
que no sabe que existe.

Mi temor no se detiene
es el miedo a no saber andar
hay un camino que no tiene flechas blancas
tan solo destellos de estelas
que surcan el mar de los pensamientos
hasta enrocarse entre mis dedos
y saltar al vacío de un techo que se desvanece.

Que decir de la nada
que no sea un pasillo angosto
donde las barcas se vuelven lineas
y la arena se pega al mar.

Que decir de lo opuesto
sino que no hay mas que un entresijo
un relámpago que se desvanece en el pensamiento
que se siente viejo dentro de un cuerpo
que camina sin ver las estrellas
y que cuando se da cuenta
siente que lo único que de verdad queda
es el amor que nunca llega
pero que siente y añora
porque en su realidad es lo que queda.

Tan solo el amor
es lo que único queda.