A lo lejos,
las flores de lavanda
evocan su recuerdo.
No puedo volver,
el tiempo ha escorado
el resurgir del recuerdo,
aguijonea las paredes de mi piel,
se estancan las tristes
sombras de lo nunca amado,
es el ocaso de una vida sin tu vida.
Porqué tengo miedo,
porqué me asaltan las lágrimas de las dudas,
porqué me atribulan las flores de aquella
mañana, las de tu lavanda.
No puede volver,
tan solo es un tiempo pasado,
pero su dolor es tan presente
como el sonido de lo nunca amado.
Estás en ese limbo
de una memoria que se acaba,
la angustia del haberte
perdido en la espesura de
la nostalgia de tus manos.
Cuando seas un ángel
te esperaré,
cuando seas nube te seguiré
volando, rozaré tu alma con mi alma,
con los dedos de nuestra
lavanda.