Sobre el árbol
el viento suena
racheado.
A ambos lados
del camino lirios
y libélulas.
Revolotean
mariposas blancas
lirios en flor.
Suave brisa
removiendo
las aguas.
Nenúfares
en el estanque,
elevan tu nombre.
El cielo,
nuestro hogar,
morada del alma,
allí nos reencontraremos
con los versos libres de letras.
Cuando un alma vuela,
el cielo se tiñe de lumbre,
una vela de mar surca sus caminos
eternos.
Hasta donde la vida
nos guie.
In memoriam.
Un abrazo del alma.