No supe amarte
no supe quererte
no supe darme
pero te doy
me doy
y ahora sé
tardes de triste
melancolía
noches sin luna
encendida
vida sin
muerto con
tanto da ya
todo acabó
quizás
otra vez
otra vida
otra mañana
sentado
invisible
inexistente
quizás
habitante de la nada
de pétalos llorados
quien sabe
quizás mañana
quizás cuando
agonice el sol
quizás cuando nada
más ocurra
moriré eternamente
por saberte
querer
yo no soy
sin querer
mas
que la nada.
Ya me despido
adiós...
estas letras tienen
sus días contados
me marcharé
quizás
para volver a
renacer
no sé
tu dirás
que quieres
hacer
nacer.
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4 comentarios:
Triste este adios, conmovedor y contagioso. Duele ¡Tanto! Un verdadero adiós pero no el adiós que nos despide, el adiós con el que despedimos.
Besos Carver.
Pues... quizás depende de tu decisión ahora, más que de alguien más.
Un abrazo
Muchas gracias estimadas amigas poetisas por vuestra compañía y comentarios. Quizás este sea el último poema de amores y desamores.
Se cierra un ciclo y lo que pueda escribir quizás ya sea en otro blog y este deba ya cerrar sus puertas para dar paso a otro blog que todavía no he abierto ni concretado, supongo que para año nuevo, pero de contenido poético musical al que estáis invitadas.
Muchas gracias y seguiré leyendo vuestros bellos y delicados poemas.
Muchos besos. Carlos J. V.
Triste despedida... tan triste como la palabra "adiós" cuando se pronuncia.
Sigues llenando la mirada de lluvia al leerte:)
Un beso grande, mi querido poeta.
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