El olvido
a veces infiltra sus raíces
entre las hojas caídas del otoño
retorna
como cual alma en pena
desorbitando
la luna de su amargura
revuelve
los estantes del corazón
se instala
para siempre
de nuevo
entre los estertores de la vida
las lágrimas
todavía jamás vertidas
que triste sino
el del amante
que se sabe incomprendido
pues ama
sin poder amar
ni confesar a su amada
que su vida
su alma
tan solo
es ella
que sin ella
la vida
muere por si sola
sin mas compañía
que la de la hoja que le hace de abismo
durante esta,
tan leve y preciosísima caída
tan leve y preciosísima caída
sin rumbo
sin dolor
sin lágrimas..., casi,
pues ya afloran de nuevo
se vierten al vacío
el último vacío
sin determinación.
5 comentarios:
Qué maravilla Carver, eres el mayor representante actual del Romanticismo.
Abrazos
El olvido representado entre líneas parecidas a las olas del mar... Cuanta creatividad.
El olvido es algo así como la humedad. Si te cala hasta los huesos, no intentes echarlo.
Un texto precioso, como todos. ¡Ya echaba de menos leerte!
Un saludo :)
Gracias Miguel, no sabría decir..., pero te lo agradezco de corazón. Un abrazo.
Gracias Princesa, son muy gratas y preciosas las palabras de tu comentario.
Un saludo
El olvido, cuando infiltra la frialdad de sus raíces y orada, sin piedad, deja un vacío oscuro y absoluto que nada consigue llenar.
Te he dicho más de una vez, lo sabes, que tu poesía alegre o triste llega siempre profundo a los que te leemos.
¡Bello poema, mi querido poeta!
Un beso grande y mi cariño.
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