Un
día recorrí el susurro de las hojas de un bosque,
su
verde silencio empapado en fina lluvia me guiaba por tu
camino...,
y
allí descubrí un verso, tu
verso...,
tu
verso en piel de lucero...,
aquel
que besaba tu lecho con los senos de un recuerdo
aquel
que andaba a nuestro lado tintineando su sendero
verde
y claroscuro era el cielo
los
susurros eran versos del viento
y
cuando levanté mis manos al cielo
apenas
puede tocarte...,
porque
eras nube y cielo
apenas
puede amarte
porque
ya tan solo eras
un recuerdo.
Pero
qué recuerdo!
Tus
manos y tus besos,
tus
cadencias y tus cabellos
tus
silencios y tus lamentos dejaron su impronta de lo bello
lamentos
de no querer perderse lo que se dibujaba en un tiempo
entre
verdes bosques
y
tallos
de madero
que apuntaban al verbo
palabras
que nunca asomaban sin tenerte a beso...
Qué
bello recuerdo
tu
sonrisa
tu
lágrima de despedida
tu
abrazo infinito
tu
cabello resonando por siempre entre mis tiempos
porque
ya siempre te amaría
como
te amé
te
amo
y
como te amé
te
amaré sin descanso.
3 comentarios:
Amor eterno.
Se convirtió en recuerdo y eso basta para la eternidad.
Saludos Carver.
Como siempre dejas plumas de luz y sentimiento en cada uno de tus versos.
Maravilloso volver a leerte...
Y tu pluma destila letras de nostalgia, de amor, de recuerdo.... y inundas el alma de quien te lee.
una lluvia de besos
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